domingo, 20 de diciembre de 2009

Mi primera travesía en aguas abiertas

Pantano de La Tranquera (Carenas - Zaragoza), 5 de Julio de 2009.


Esta fecha y éste lugar se me quedará guardado en la memoria para siempre debido a que ha sido mi primera travesía de natación en aguas abiertas.

La mañana amaneció soleada y después de desayunar en casa de mi amigo Nacho un café con leche, cereales y galletas con chocolate, tras haber dormido casi 5 horas (al final nos enredamos un poco en la noche maña), con una cena “ligera” a base de un buffet libre de pasta y pizzas acompañados de unas cuantas cervezas y unos mojitos, me puse rumbo a La Muela, lugar de encuentro donde nos habíamos citado varios integrantes del club.

La Muela es un pueblo a 15-20 kms de Zaragoza donde radica la sede de nuestro club y que yo personalmente no conocía. Se nota que en tiempos mejores, y antes de que los políticos corruptos se encargaran de coger lo que no es suyo, el dinero fluía y al pueblo no le faltaba de nada: plaza de toros, mega-auditorium, unas instalaciones deportivas chapeaú, museo del aire, etc.

En la puerta del polideportivo nos habíamos citado a las 9 de la mañana para acudir todos juntos al evento….allí estábamos: Pascual, Dani, Héctor, Miguel, Bárbara José y yo, acompañados de familiares.

Pusimos rumbo al embalse y llegamos a eso de las 10:15. Tras la inscripción comenzamos con los preparativos.

Comienza mi pelea particular…lo primero que hice fue acudir a la cruz roja para pedirles una tirita debido a que en el entrenamiento del viernes con el neopreno puesto en la piscina de Logroño no me eché vaselina y tenía rozaduras alrededor de la nuca. Tras ponerme el bañador “marcapa” y untarme bien de vaselina las asilas, hombros, nuca y piernas (no penséis mal) conseguí meter las piernas en el traje. Acto seguido no se me ocurre otra cosa que coger mis gafas de nadar con las manos pringosas de vaselina lo que se tradujo en una capa de grasa por toda la zona de visión…empezamos bien.


El tiempo pasaba y veíamos como la organización iba trasladando a los participantes al punto de salida…como no, fuimos los últimos en llegar y apenas tuvimos tiempo de atender a las explicaciones del recorrido, acabar de ponernos el traje, tomar contacto con el agua y limpiar las gafas…malditas gafas.

Al poco tiempo se dio la salida y como habíamos hablado de tomarnos la travesía como un entrenamiento decidimos salir todos los del equipo más o menos juntos.


Las sensaciones en el agua eran buenas y por lo menos los pequeños tragos de agua no eran salados. En teoría el recorrido tenía una forma de L saliendo desde una orilla del embalse, bordearíamos un saliente y encararíamos un inmensa recta hasta la presa que era el punto final del trayecto.



Durante los primeros 1000 mts aproximadamente no era capaz de distinguir a nadie de mi equipo en el agua así que decidí ponerme a la par de otros nadadores y seguir con un ritmo constante hasta que cogiera algo de ritmo.

La visibilidad bajo el agua era de unos 4-5 metros y aún así me desorientaba constantemente ya que todos mis esfuerzos en sacar la cabeza fuera del agua para tomar alguna referencia eran nulos ya que cada vez que salía no veía absolutamente nada debido a que tenía los cristales impregnados en vaselina…nuevamente aprendí otra lección: colócate las gafas en la cabeza ya limpias antes de untarte en vaselina de forma que sólo tengas que tocarlas por los extremos para colocártelas. Esto me pasaría factura más adelante.

Cuando hicimos el único giro comenzaba una recta (¿?) interminable hasta llegar a la presa que me hizo hacer bastantes más metros de los necesarios.

Es al principio de esta recta cuando diviso a escasos metros el gorro amarillo de mi compañero Dani y me pongo a nadar junto a él. Decido marcar yo el ritmo y la siguiente vez que saco la cabeza para orientarme me doy cuenta de que me he desviado como 15 mts a la derecha de la línea recta y de Dani….me pongo entonces a nadar en diagonal para alcanzar de nuevo a Dani y debí nadar muy fuerte porque cuando vuelvo a sacar la cabeza le tengo 15 mts a mi derecha, vamos, a 15 metros de la línea recta pero al otro lado….así fue mi travesía, en zig-zag.


Obviamente mi falta de experiencia en aguas abiertas me jugó una mala pasada, mis errores infantiles me servirán para no volver a pecar de pardillo y para meterme de una vez en la cabeza que debo mirar el horizonte cada 3 brazadas ya que no estoy en una piscina en donde basta con mirar al fondo para orientarse.

Aún así, casi llegamos juntos todos a meta, bueno, salvo Miguel que como buen nadador que es hizo un tiempazo y quedó primero en absoluto masculino. Su hermana Bárbara hizo lo propio en las féminas.

Mi crono se paró en 41 minutos por lo que intuimos, en función del ritmo marcado y del tiempo obtenido, que la travesía no tenía más de 2200-2300 mts. Llegué con los cuádriceps subidos ya que al no poder patalear por mi lesión en la rodilla llevaba las piernas en tensión continua y eso me pasó factura (hoy tengo leves molestias en los brazos debido a que nadar esa distancia tirando sólo de tren superior marca)

En cualquier caso, me quedo con la experiencia, con el paisaje y con el ambiente.

Después de la travesía todos los del club fuimos a los merenderos a reponer fuerzas y a hablar de las futuras competiciones: triatlones, tricrosses, travesías, ironmanes, etc.


Si mi lesión no remite antes, la siguiente crónica será la Travesia a nado del puerto de Vinarós el próximo 2 de Agosto…ya de vacaciones y en compañía de mis amig@s.


JAVI

No hay comentarios:

Publicar un comentario